Robert Millar

El ciclismo está de capa caída. El Tour no tiene interés, ni respeto, ni credibilidad, ni siquiera ciclistas. Tiene marionetas. Pero aún así ese deporte no tiene la culpa de que los ciclistas se dopen, la culpa es del dinero, la presión, la codicia, la propia competición y la exigencia que conlleva, la facilidad para burlar la ley, los directores de equipos y de vueltas... Muchos ciclistas han dicho no, y se han dedicado a otras cosas, recuerdo por ejemplo un chaval joven, que estudiaba filosofía y era de los últimos clasificados del Tour. Al llegar un día a la meta, le entrevistaron y mientras recuperaba el aliento, le preguntaban medio en broma que filosofara respecto al Tour, dijo: "la carrera es como la vida misma, hay etapas duras, otras llanas, sufrimiento, lucha, y al final algunos llegan a la recompensa de la meta, que es la felicidad". De esto hace al menos 12 años, y no me acuerdo de las palabras exactas ni del ciclista en cuestión... Pero estoy convencido de que prefirió dejar el ciclismo antes que ver como rivales y compañeros se dopaban.

Ultimamente todo son noticias malas sobre el ciclismo, Pantani, el Chava, Verbrouke... Hoy leo que Robert Millar se ha convertido en Philippa York. Era un gran ciclista, también flirteó con el doping (testosterona), pero no era conocido por ello, sino por sus logros. Ahora vive en el anonimato, y como mujer. -Robert, eso es como doparse en la vida para ser feliz, son trampas... a veces es mejor conformarte con ser segundo, con saber que hay alguien mejor, que no hacer trampas-. No me imagino a Indurain convertido en Vanessa, por favor, que vuelva el honor a este deporte.